Caridad. Eso son las hermandades: culto, formación y caridad. Sobre todo en estos momentos. Sobre todo cuando algunos piensan que la Iglesia y sus organizaciones no se preocupan de los más desfavorecidos (como si no lo hubiera hecho siempre). Cuando algunos piensan que las hermandades solo están para gastar dinero y lucirse. Cuando algunos no quieren ver que aquí solo estamos para ayudar, para dedicar nuestro tiempo altruistamente en compartir con los más pobres y para rendir culto a Dios Nuestro Señor y a Su Santa Madre.
