Buen día el de ayer. Algunos nervios ante tan importante cita, pero rápidamente se esfumaron ante toda esa buena gente que se congregó en los salones parroquiales de Santiago Apóstol.
Todo comenzó a las 15.00 horas cuando un camión que nos habían prestado se presentó en el sector 20 para comenzar la recogida de alimentos. A eso de las 16.00 horas ya estaba el camión en la calle Tenor Iribarne.
La sorpresa fue mayúscula al contemplar la cantidad de gente que se había reunido para echar una mano con la labor más farragosa: la descarga de todos los kilos de alimentos y su distribución dentro de los salones parroquiales. Para hacerse una idea, los paquetes no tocaban el suelo ya que se organizó una cadena humana de unos treinta metros de largo. Pero no solo gente soleana era la que se había congregado allí, sino que particulares que querían echar una mano, organizadores e, incluso, las propias personas que después iban a recibir esas ayudas trabajaban sin parar. El calor era sofocante, pero más podían las risas, las charlas y el entusiasmo de todos los presentes.
Tras un segundo porte que concluyó a eso de las 19.00 horas, se empezó con el reparto de alimentos. Azucár, leche, arroz, pastas, queso, alimentos para bebés, cacao, harina, etc., se iban sacando conforme a las listas confeccionadas con anterioridad. La cara de agradecimiento de los que allí se reunieron.
Esta tarde a partir de las 16.00 horas empezará el reparto más numeroso en cuanto a cantidad de personas. Se han citado a todas las personas en tres turnos y esperemos que todo salga perfectamente.
